Actualmente, el mundo atraviesa una fase Neutra del fenómeno ENSO (El Niño-Oscilación del Sur), lo que significa condiciones meteorológicas relativamente normales. En México, esto se ha traducido en un junio particularmente lluvioso y fresco, seguido por un julio con lluvias más escasas. No obstante, expertos advierten que La Niña podría reaparecer antes de finalizar el año, trayendo consigo un giro inesperado en el patrón climático global.
¿Qué es La Niña?
La Niña es un fenómeno climático caracterizado por el enfriamiento anómalo de las aguas del Pacífico ecuatorial, lo que altera los patrones de circulación atmosférica. Suele provocar sequías en algunas regiones y lluvias intensas en otras, además de influir en la formación de ciclones tropicales, frentes fríos e incluso nevadas.
Lo que dice la ciencia: pronósticos y posibilidades
Según la actualización del Centro de Predicciones Climáticas del 10 de julio de 2025, la fase Neutra continúa, con temperaturas oceánicas promedio cercanas a los 0.0 °C en la región 3.4 del Pacífico ecuatorial. Sin embargo, el mar comienza a mostrar señales de enfriamiento, con una probabilidad del 30 % de que La Niña regrese en otoño, incrementándose hasta un 50 % entre septiembre y diciembre.
Este posible regreso temprano podría generar importantes variaciones meteorológicas a nivel mundial, aún si la intensidad de La Niña es moderada.
Impacto previsto en México
De mantenerse la fase Neutra durante el verano, se esperan temperaturas y precipitaciones dentro de los rangos habituales. En este contexto, la Canícula —periodo con menos lluvias entre julio y agosto— persistirá, aunque no implica ausencia total de precipitaciones ni las temperaturas más altas del año, como a veces se cree erróneamente.
Hacia finales de julio y durante agosto, podría haber un repunte en la actividad ciclónica tanto en el Pacífico como en el Caribe, elevando el potencial de lluvias en buena parte del país.
En las próximas 4 a 6 semanas:
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El Altiplano y la franja centro-sur presentarán temperaturas normales o ligeramente por debajo del promedio, con tardes frescas gracias a las lluvias.
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En contraste, estados costeros y del norte seguirán con calor intenso, dentro o por encima de la climatología habitual.
¿Qué esperar para el otoño e invierno?
De consolidarse La Niña en otoño, es probable que:
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Haya menos lluvias en el norte de México y el sur de Estados Unidos.
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Aumente la actividad ciclónica en el Atlántico, especialmente al cierre de la temporada.
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En México, los estados del Pacífico, centro-sur, Golfo y sureste podrían experimentar lluvias más abundantes de lo normal.
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Se registren variaciones térmicas marcadas, alternando entre periodos frescos o fríos y algunos más cálidos, incluso en invierno.
Además, la Zona Intertropical de Convergencia podría intensificarse y acercarse a México a finales de septiembre y durante octubre, lo que favorecería lluvias intensas y ciclones tropicales. También podrían presentarse nevadas o fríos tempranos en zonas altas, junto con lapsos de calor atípico.
Conclusión: atentos a los cambios
Aunque el panorama climático aún es incierto, los datos actuales apuntan a un posible regreso de La Niña en los próximos meses. Esto requerirá un monitoreo constante, ya que su establecimiento podría modificar sustancialmente el clima de México y el mundo hacia finales de 2025 y durante el invierno 2026. Por ahora, se recomienda a la población mantenerse informada y preparada para condiciones cambiantes.