El clima en México este fin de semana presentará un escenario contrastante: mientras algunas regiones experimentarán intensas lluvias con posible caída de granizo e inundaciones urbanas, otras sufrirán calor extremo con temperaturas que rozan los 50 °C. Todo esto se debe a la interacción de varios sistemas meteorológicos que confluirán entre el viernes 1 y el domingo 3 de agosto.
Un tren de ondas tropicales cruzará de sureste a centro del país, sumándose a vaguadas en el Golfo de México y el Pacífico. Desde el viernes, una de estas ondas se encuentra sobre el occidente del país y saldrá durante la noche, mientras una nueva llegará por el Istmo de Tehuantepec el sábado, afectando al centro-sur, y cruzará las costas del Pacífico el domingo. Además, una tercera onda tropical se prevé para el domingo en la península de Yucatán, avanzando hacia el centro durante la próxima semana.
Estas ondas activarán lluvias moderadas a fuertes desde Nayarit hasta Veracruz, especialmente el viernes, donde se esperan acumulados entre 20 y 80 mm, con mayores cifras en zonas montañosas. Para el sábado, las lluvias se intensificarán en Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Sonora y Guerrero, con valores que podrían superar los 70 mm de manera localizada. El domingo, las precipitaciones se mantendrán activas, especialmente sobre el Pacífico, el sur del Golfo de México y la península de Yucatán, aunque serán más aisladas.
El monzón mexicano sobre la Sierra Madre Occidental tendrá menor actividad debido a la influencia de un anticiclón que se asentará sobre el Altiplano y el Golfo de México, lo que reducirá las lluvias a partir del domingo en esas regiones. Sin embargo, esta situación también propiciará noches frescas y vientos en zonas altas del Altiplano central.
En el océano Pacífico, aunque lejos del territorio mexicano, podrían formarse dos ciclones tropicales: la tormenta Gil, que ya se encuentra a más de 1,000 km de Los Cabos, y un sistema adicional que podría desarrollarse entre sábado y domingo, potencialmente tomando el nombre de Henriette. Aunque ninguno representa un riesgo directo para México, sus circulaciones contribuirán a mantener el flujo de humedad que favorece las lluvias en estados costeros.
Por otro lado, el calor extremo se intensificará en el norte del país. En Baja California y Sonora, especialmente en zonas de desierto, se pronostican temperaturas máximas de entre 46 y 51 °C el viernes y sábado. En el resto del norte, noreste y sureste, se esperan valores entre 35 y 45 °C, con alto contenido de humedad que incrementará el bochorno, especialmente en el Mar de Cortés y el Golfo de México.
En el Altiplano central, incluyendo el Valle de México y el Bajío, el clima será más templado, con máximas de 21 a 30 °C y amaneceres frescos por debajo de los 10 °C en zonas elevadas. Las lluvias en montañas podrían traer granizo e incluso nevadas aisladas en volcanes por encima de los 4,000 metros sobre el nivel del mar.
En resumen, el clima en México estará dominado por la interacción de ondas tropicales, sistemas ciclónicos lejanos, y variaciones térmicas intensas. Se recomienda tomar precauciones ante lluvias fuertes en el centro-sur del país, así como ante el calor extremo en el norte y zonas costeras.