México enfrenta un brote de sarampión: por qué está ocurriendo y cómo protegernos

El sarampión, una enfermedad que parecía controlada en gran parte del mundo gracias a las vacunas, ha resurgido en México con cifras alarmantes. Hasta ahora, se han confirmado 3,095 casos y nueve muertes en 18 estados del país, de acuerdo con el informe más reciente de la Secretaría de Salud. La mayoría de los contagios —más del 93 %— se concentran en el estado de Chihuahua, que ha registrado 2,894 casos y ocho decesos, seguido por Sonora con 83 casos y una muerte.

Este brote ocurre en un contexto global preocupante: tras la pandemia por COVID-19, las tasas de vacunación infantil han caído en varios países, incluyendo México. A esto se suma el impacto de la desinformación y los movimientos antivacunas, que han debilitado la confianza en una herramienta médica fundamental: la vacuna triple viral (SRP), que protege contra sarampión, rubéola y paperas.

El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se propaga por el aire, a través de gotas respiratorias que pueden permanecer activas durante dos horas en superficies o espacios cerrados. Afecta principalmente a niñas y niños menores de 5 años, aunque también se han registrado numerosos casos en adultos jóvenes de entre 25 y 34 años. En su forma grave, puede causar neumonía, ceguera, daño cerebral (encefalitis) y, en poblaciones vulnerables, incluso la muerte.

Los síntomas comienzan con fiebre alta, tos, secreción nasal, ojos enrojecidos y pequeñas manchas blancas dentro de la boca. Posteriormente, aparece una erupción cutánea característica en todo el cuerpo. Aunque no existe tratamiento antiviral específico contra el virus, la vacunación puede prevenir eficazmente el contagio y las complicaciones.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado que entre los años 2000 y 2014 la vacuna contra el sarampión evitó más de 17 millones de muertes en el mundo, y logró reducir las defunciones en un 79 %. Sin embargo, para mantener la protección de la comunidad se requiere una cobertura de vacunación de al menos el 95 %, cifra que muchos países, incluido México, no han alcanzado recientemente.

¿Cómo protegerse?

La mejor defensa contra el sarampión es la vacunación. La Secretaría de Salud recomienda verificar el estado de inmunización, especialmente en niñas, niños y personas que planean viajar a zonas con brotes activos. Si no se ha recibido la vacuna triple viral, esta debe aplicarse al menos 14 días antes del viaje, aunque lo ideal es hacerlo con 21 días de anticipación.

También es importante mantener medidas de higiene básicas: lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse la cara, cubrirse al toser o estornudar y evitar el contacto cercano con personas enfermas. Estas acciones, combinadas con un esquema de vacunación completo, pueden frenar la propagación de una enfermedad que, aunque prevenible, sigue siendo mortal para muchos.

El brote actual de sarampión en México es una señal de alerta que no debe subestimarse. Volver a confiar en la ciencia, en las vacunas y en la responsabilidad colectiva es fundamental para proteger la salud de todos, especialmente la de los más pequeños.

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